EL Banjo

Banjo, instrumento de cuerda de la familia del laúd con un cuerpo redondo abierto por la parte trasera que consta de un bastidor circular de madera, sobre el que se tensa una piel (antiguamente clavado, hoy sujeto con un mecanismo de tornillos), un mástil con trastes, largo y estrecho, y cuerdas metálicas o de tripa entorchada. Las cuerdas van desde el cordal, pasan por encima del puente (una pieza de madera que separa las cuerdas del parche) fijado por la presión de las propias cuerdas, continúan por encima del mástil hasta llegar a las clavijas de afinación (tornillos en los banjos modernos). Lo habitual es que tengan cinco cuerdas: cuatro de longitud normal y otra más corta llamada thumb (pulgar en inglés) que tiene la clavija situada en la mitad del mástil. La afinación habitual comenzando por la cuerda del pulgar es sol 4, do 3, sol 3, si 3, re 4. A menudo la quinta cuerda está suspendida en un resonador de madera o metal.

El único instrumento occidental de cuerda con un parche de piel, el banjo, originario de África, fue llevado a América en el siglo XVII por los esclavos negros. Los instrumentos antiguos carecían de trastes, tenían un número variable de cuerdas y, a veces, cuerpo de calabaza. Adoptado por los grupos de músicos ambulantes blancos del siglo XIX, el banjo adoptó trastes y cuerdas metálicas. El de cinco cuerdas, pulsado con los dedos, es habitual en la música folk estadounidense y en los grupos de bluegrass. Alrededor del 1900 se popularizó el banjo de cuatro cuerdas en las orquestas de vodevil.

Pascual Ruiz.